En algunos caso también se conoce como Trastorno Dismorfico Corporal.
Signos observables:
-Pasan muchas horas en el gimnasio o haciendo ejercicio.
-Se miran mucho en el espejo sin llegar nunca a verse fuertes.
-Se pesan con mucha frecuencia y comparan sus cuerpos con los de otros.
-Tienen problemas de adaptación social y laboral.
-Se sienten culpables cuando no pueden realizar las actividades o cuando alguien las critica.
-Es un trastorno muy asociado a BAJA AUTOESTIMA.
-Consumen dietas ricas en carbohidratos y proteínas para aumentar la musculatura y bajas en grasas para no engordar.
-Riesgo de abusar de sustancias hormonales y anabolizantes.
-Si toman anabolizantes suelen afirman que “los controlan”.
CONSECUENCIAS:
-Distorsión de la imagen corporal.
-Desproporción entre las partes corporales como un cuerpo excesivamente voluminoso en comparación con la cabeza.
-Puede desembocar en un cuadro obsesivo compulsivo donde la persona se siente completamente fracasada y acaba recluyéndose en el gimnasio.
– La sobrecarga en el gimnasio repercute en huesos, tendones, músculos y articulaciones produciendo desgarros, esguinces, hipertrofias…
-El consumo de anabolizantes y hormonas produce riesgo de sufrir lesiones hepáticas, cardiacas, mareos, dolores de cabeza, impotencia, atrofia testicular, retención de líquidos, problemas de fertilidad, cáncer de próstata y masculinización en mujeres.
-Trastornos metabólicos derivados del abuso de dietas hiperproteicas.
-Adicción a las endorfinas (sustancias aliviadoras del propio cuerpo) que se segregan después de un ejercicio muy intenso